Be mine! (10/10) Final

Ya se termina! mi primera historia yuri :3 espero que les halla gustado tanto como a mi :D tal vez algun dia vuelva a escribir otra o una segunda parte, quien sabe xD

El final... es un poco abierto supongo... para que dejen volar su imaginacion(?) xD

En fin! disfrutenlo!



(10/10)_______

La cabeza le dolia lo suficiente como para mantenerse en la oscuridad un buen tiempo, no quería levantarse de la cama, sentía como si todo estuviera a punto de dar vueltas y vueltas a su alrededor. Se cubrió con su manta mientras se maldecia por haber bebido tanto. La resaca era espantosa.

(10:04 am)

Como te sientes?

(10:05 am)

Horrible! Incluso la luz del celular me molesta

(10:06 am)

No debiste beber tanto anoche

(10:08 am)

Espera… como sabes que bebi anoche?

(10:09 am)

Parece que alguien no recuerda mucho de lo que hizo anoche verdad?

(10:10 am)

Yo? Madre mia! Que hice anoche?!?!

(10:11 am)

Revisa tu celular…

Lia olvido por un momento el dolor de cabeza y lo molesta que le resultaba la luz del celular, reviso los mensajes dos veces para asegurarse de que no había nada nuevo, no había videos o fotos vergonzosas o algo por el estilo, fue al historial de llamadas…

-Santo Dios!!!- grito mientras se sentaba en la cama –no puede ser… Santo cielo!!!-

-puedes dejar de gritar!- resonó la voz de Mery desde un monton de sabanas en el suelo –esta no es una buena mañana para levantar la voz- dijo asomándose un poco entre la pila de tela

-por que no me detuviste? Por que no… hiciste algo?- el dolor comenzó a volver, con mas fuerza esta vez –maldita sea! Ni siquiera recuerdo… no recuerdo nada- arrojo las sabanas a un lado con frustración

-¿de que hablas?- Mery se sento frotándose los ojos

Lia le paso el celular mientras se ponía de pie y comenzaba a caminar en círculos en su habitación, maldiciendo en voz baja

-Oh! Esto… tu parecias realmente empeñada en hablarle-

-tu recuerdas? Recuerdas que le dije?- Lia se dejo caer junto a su amiga, le suplico con la mirada, Mery se echo el alborotado cabello atrás

-sabes… la próxima vez no te dejare tomar tanto, tenias razón… no fue una de mis mejores ideas…-

-Mery! Que rayos le dije a Sam?-

Ella suspiro –no escuche toda la conversación, solo el final… toda la noche te detuve, impedi que le marcaras y luego tu, tu sales antes del bar y…-

-Que le dije? Maldita sea!-

-que no querias perderla, que la querias en tu vida contigo… que la querias-

Lia la miro por un momento antes de que su vista se perdiera en la infinidad de sus palabras, se puso de pie y luego se dejo caer en la cama. No sabia que hacer.

-¿estas bien?- pregunto su amiga preocupada mientras se sentaba a su lado

-que se supone que haga ahora?- fue mas una pregunta para ella misma –creo que… no podre verla nunca mas…-

-¿de que hablas? Ahora mas que nunca debes correr a buscarla y…-

-no, yo no… no soy capaz- se dio la vuelta y abrazo sus rodilla, no sabia si llorar o gritar o lanzarse por la ventana. Aunque la tercera opción le agradaba mas.

-Lia…

-Necesito algo para el dolor de cabeza… y para las nauseas también, ¿podrias traerme algo Mery?-

Su amiga suspiro, le dio un rápido abrazo antes de salir de la habitación, Lia escucho atenta hasta que ya no resonaron pasos en el departamento, miro el techo de nuevo ¿Qué pensaría Sam de ella ahora?



Paso casi una hora sola en su habitación, comenzaba a preguntarse si Mery la habría abandonado o algo por el estilo, se sintió aun peor al pensar en eso asi que se cubrió con sus sabanas de nuevo, no quería volver a ver la luz del sol nunca.

Alguien llamo a su puerta y se sintió ligeramente aliviada de que Mery hubiera vuelto

-¿Cómo estas?- pregunto su amiga en voz suave

-horrible- dijo ella sin descubrirse la cabeza -¿Cómo se supone que me sienta?-

Se sento junto a ella y comenzó a acariciar su brazo, eso era bastante relajante

-estoy segura de que todo estará bien- la tranquilizo su amiga

-no, nada estará bien… pensé que me habias abandonado…-

-jamas haría eso y lo sabes-

-pero no pude evitar pensarlo… con lo de Sam…-

-¿Qué con Sam?-

-todo con Sam, me gusta y mucho y… no tenia planeado decírselo de esa manera, ni siquiera tenia planeado decircelo por que no estaba segura y luego… Cielo santo! No debi beber tanto, no debi haberla llamado, no debi habérselo dicho nunca-

-¿Por qué no?- pero esa ya no era la voz de Mery, tenia otro timbre, sonaba mas relajado, aun mas familiar

Lentamente quito las sabanas de encima de su cabeza, la tierna mirada y la dulce sonrisa de Sam destellaron aun en la oscuridad de la habitación, Mery observaba desde la puerta y después de una fugaz sonrisa salio cerrando detrás de si. Ahora solo eran Lia y Sam.

-¿y bien?- la incito Sam

-¿Qué?- su tono era bajo, sonaba asustada, quería saltar por la ventana en ese mismo instante

-¿Por qué no debiste habérmelo dicho nunca?-

-pues… por que yo… bueno… es que…- las ideas daban vueltas en su cabeza y el dolor de cabeza no le ayudaba, cerro los ojos un momento –no estaba segura, no quería… decepcionarte, no quería lastimarte y…- tomo las sabanas y se cubrió de nuevo

Sam las tomo y con delicadeza las quito de su rostro -¿y?-

-¿y si tu no sientes lo mismo por mi?- admitió con ojos cristalinos

-al parecer no fui lo suficientemente obvia…- rio bajo, empujo un poco a Lia y se recostó junto ella, tenerla tan cerca parecía irreal –yo pensé que tu no sentias lo mismo-

-como podría no quererte… eres tan… perfecta- sonrio Lia

-no lo soy… pero me alegra que te paresca que lo soy- lentamente deslizo su mano hasta el rostro de la joven, paseo sus dedos por sus mejillas y su cabello –aun con resaca… luces hermosa-

Lia se sonrojo mientras Sam reia un poco, acerco su rostro un poco mas, podía sentír su respiración sobre sus labios, Lia cerro los ojos pero aun no sentía aquel anhelado roce

-¿estas segura de esto?- pregunto en voz baja Sam

-nunca había estado tan segura en mi vida- sintió, aun con los ojos cerrados, como su acompañante sonreía

Finalmente la pequeña distancia que las separaba desaparecio. El leve rose de sus labios, tan delicados y finos, un beso timido al principio que se fue intensificando poco a poco, el sabor nuevo y dulce que invadia su boca. Era asombroso. Sus manos acariciando su rostro, enredándose en su cabello enmarañado. ¿Por qué no la había besado desde antes?

-te amo- susurro