Sorpresa sorpresa!!! Vengo a enseñarles un nuevo proyecto que traigo entre manos ¬u¬ mejor dicho traemos!
Elena (una gran amiga) y yo estamos escribiendo una historia corta, asi es! Ella y yo en coautoria :D a mi me emociona mucho y espero que a todos ustedes tambien n.n Asi que si nos llegamos a retrasar al actualizar ya no solo me reclamen a mi... tambien pueden reclamarle a ella! jajaja okno
En fin... aqui la primera parte de la historia :3 mas les vale comentar o el coco se los va a comer n.n
Uno: El Bar.
Elena (una gran amiga) y yo estamos escribiendo una historia corta, asi es! Ella y yo en coautoria :D a mi me emociona mucho y espero que a todos ustedes tambien n.n Asi que si nos llegamos a retrasar al actualizar ya no solo me reclamen a mi... tambien pueden reclamarle a ella! jajaja okno
En fin... aqui la primera parte de la historia :3 mas les vale comentar o el coco se los va a comer n.n
Uno: El Bar.
-Otra ronda aquí!
Al escuchar el grito, Stefan levanto la cabeza y miro detenidamente a lo largo de la barra hasta que dio con la chica cuya voz resaltaba entre todo el tumulto de voces.
-Otra ronda aquí! -volvió a gritar ella y él solo suspiro y volvió la mirada a los chicos que atendía en ese momento.
-La chica de allá esta pidiendo otra ronda -comento uno de sus compañeros-. No piensas servirsela?
-No -respondió Stefan sin dudarlo-. Esa chica lleva tres botellas de vodka -la miro un instante y señalo a la chica pelirroja que se acababa de levantar y que iba hacia ellos con paso irregular-. Lo ves? Ni siquiera puede caminar en linea recta y dudo que sea mayor de edad. No más alcohol para ella.
En ese momento la pelirroja se acerco y los miro, Stefan casi sonrió al notar que ella trataba de verlos molesta pero el intento de sonrisa se perdió cuando la reconoció. Era Helen.
-Tengo como tres horas levantando la mano y diciéndoles que quiero otra ronda -dijo con voz pastosa, Stefan retrocedió levemente al oler su aliento y nego con la cabeza-.
-Lo siento, no más bebidas para ti, Helen -respondió seriamente-. Creo que debería llamar un taxi para que te lleve a casa.
-Y quién eres tu para restringirme las bebidas?! -pregunto indignada-. Si no vas a hacer tu trabajo entonces tu toma ese taxi y vete a casa!
Stefan suspiro y saco el celular de su bolsillo para llamar un taxi pero Helen se le quedo viendo un instante antes de comprender lo que hacia y le arrebato el celular, la joven lo arrojo al suelo y lo piso antes de mirarlo retadora y lo siguiente que Stefan supo es que estaba brincando la barra para poder sujetarla antes de que ella terminara de caer al piso.
-Será mejor que te encargues de esa chica antes de que pase algo más -murmuro su compañero y ocupo el puesto que Stefan acababa de dejar-.
Con un asentimiento de cabeza, Stefan tomo a la chica en brazos y entro a la parte trasera del bar en donde estaba la oficina, una vez que la ayudo a sentarse en la silla, tomo el teléfono y marco el numero que conocía tan bien, cuando la operadora contesto el pidió un taxi y después de dar la dirección, colgó.
-Qué harás con ella? -pregunto su compañero cuando Stefan volvió a la barra-. La dejaras ir sola a su casa? La conoces, no? -el otro chico asintió-. Entonces deberías llevarla hasta su casa, yo te cubro.
-Bien. Respondió, volvió a la oficina y la ayudo a levantarse.
En ese momento llego el taxi y Stefan la ayudo a meterse en el coche y entro tras ella. Le dijo al conductor a donde llevarlos y miro a Helen. Ella iba en la misma escuela que él, una de las chicas más populares, siempre le había causado cierta admiración verla caminar tan segura de sí misma por los pasillos y en esos momentos se encontraba en un taxi y ella estaba tan ebria que no era capaz siquiera de hablar. Sabia donde vivía ella porque en varias ocasiones había ido a su casa a hacer algunos proyectos. Cuando el taxi se detuvo frente a la enorme casa de la joven, Stefan saco un billete de su cartera y pago. Tomo a Helen de la mano y le dijo que saliera, ella lo hizo con movimientos torpes y una vez fuera él la sostuvo.
-Tus padres saben que saliste? -pregunto en voz baja. Cuando llegaron a la puerta ella negó con la cabeza.
-Ellos... no están -murmuro con voz torpe-. Mis padres están de viaje... como siempre... ya que son "personas ocupadas" y yo su carga...
Sin decir nada, el joven le quito la llave y la inserto en la manija. Abrió con cuidado la puerta y la ayudo a pasar. Una vez dentro le pregunto en que dirección estaba su habitación, pero ella se limito a caminar hacia un pasillo y él, sin más remedio la acompaño. Helen murmuro algo frente a una puerta y se detuvo, Stefan la abrió y entro, cuando encendió la luz se encontró con una habitación sencilla, sin nada que le diera una seña particular, única, pero no le importo ya que lo único en lo que pensaba en esos momentos era en salir de allí.
Ayudo a la joven a llegar hasta la cama y le quito los zapatos, sin poderlo evitar, la contemplo unos minutos observando a conciencia sus rojizos cabellos lacios, sus labios rozados al igual que sus mejillas y sus largas pestañas. Finalmente se dijo a sí mismo que Helen ea una chica muy linda. Sacudiendo la cabeza salio de la habitación, apago la luz y cerro la puerta.
Una vez en la calle comenzó a caminar rumbo a una calle transitada. Miro su reloj y pensó que no tenia caso que volviera al bar ya que casi eran las tres de la madrugada y el bar cerraba en poco más de media hora. Sonrió de lado sin poderlo evitar y decidió que iría a casa, así tendría mas de un par de horas para dormir antes de ir a la escuela.
Stefan era un chico muy ocupado ya que sus padres habían fallecido en un accidente y él y su pequeña hermana Vivian habían quedado al cuidado de su abuela, pero esta no podía cuidar de ellos ya que estaba enferma y Stefan era quien se encargaba de ellas dos, así que se había visto en la necesidad de buscar un empleo en la noche para poder llevar a Vivian a la escuela y de ahí pasarse a la suya, por las tardes cuidaba de las dos, hacia los deberes de la casa, ayudaba a su hermana con la tarea y él hacia la suya y por las noches trabajaba en un bar. No era una vida perfecta o muy fácil pero él sabia que no siempre iba a ser así.
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