Y por que ustedes lo pidieron xD aqui esta la segunda parte, probablemente halla una tercera, claro si me presionan lo suficiente lol ya saben que espero sus comentarios y criticas y opiniones y todo :3
Tornado
~~~~Chris~~~~~
-Hoy luces realmente animado-
-¿Enserio? No me había dado cuenta-
-Sí, claro, ¿eso significa que no me dirás a que se debe tanta alegría?-
-No sé de qué hablas madre, soy el mismo de siempre-
Mi madre se giró un poco para sonreírme, aunque en sus ojos estaba claramente escrito “Ya hare que me lo cuentes después”, aun no sabía si debía o no contarle todo este asunto a mi madre, primero tendría que aclarar todos los pensamientos locos en mi cabeza.
Detuvo el auto a una cuadra de la escuela, como siempre hacia, me deseo un buen día y me dio un beso en la mejilla, yo le correspondí, baje del auto y me despedí de ella con un gesto de la mano mientras se alejaba por la calle.
Ciertamente sí que estaba animado hoy, rebosante de anhelo y expectación, me tome unos minutos para serenarme un poco, las madres podían notar cualquier cambio de ánimo, por mínimo que fuera, pero el resto del mundo no lo notaria seguramente. Excepto una persona.
Comencé mi habitual camino hacia la escuela, varios de mis compañeros ya pasaban por la misma calle, las chicas, como solían hacer, se quedaban un par de metros detrás de mí y cuchicheaban entre ellas.
-¡Hey Chris! ¿Qué tal el fin de semana?- la animada voz de Ian llego acompañada de su brazo alrededor de mis hombros, era así como siempre solía saludarme –Vaya, luces muy animado para un lunes-
-Tú siempre luces animado los lunes y no te hago preguntas sobre eso- respondo con una sonrisa a mi amigo
-Tienes razón, entonces no preguntare- guiño el ojo en mi dirección
Ian era mi mejor amigo en la escuela, aun cuando nos juntábamos con más chicos y todos nos llevábamos bien él era el único al que le contaba cosas importantes o pedía su ayuda. La sabia de la visita que había recibido el viernes, y aunque lo disimulaba bien estaba seguro de que moría de ganas por saber lo que había pasado.
Llegamos a la entrada del colegio, el resto de nuestro pequeño grupo ya estaba en la puerta, como siempre, solíamos quedarnos ahí hasta que sonaba la campana, eso reforzaba la imagen de chicos malos. La plática sobre el fin de semana comenzó de inmediato, la comida familiar de Ian, la tarde de fiesta de Andrew, el auto descompuesto de Jerry, no estaba muy atento a los detalles, no era que no me importara lo que los chicos habían hecho pero estaba más concentrado en otra tarea.
Sentía los nervios a flor de piel, mientras más y más personas cruzaban la puerta, pero ninguna de ellas era quien yo quería, mire mi reloj disimuladamente en repetidas ocasiones para comprobar la hora, él no solía ser de los que llegaban tarde.
Un mal pensamiento cruzo mi cabeza fugazmente, metí mi celular en el bolsillo justo al momento en que sonó la campana, todos nos apresuramos a entrar y yo no pude evitar dar un último vistazo atrás. Nada.
-sea lo que sea que haya pasado…- susurro Ian cerca de mí –tendrás que contármelo con detalle después-
~~~~~Toby~~~~~
Había sido una pésima idea, una horrible idea, la peor idea que había tenido en toda mi vida. Podía sentir las miradas de todo sobre mí, los cuchicheos, las risitas; repasaba una y otra vez la misma línea de aquel libro pero no lograba comprenderla, no podía concentrarme, podía sentir como si una tormenta se desatara poco a poco a mí alrededor.
Una terrible idea ¿Cómo rayos había pensado en esto? Me recorrí una vez más con la mirada, hoy no llevaba zapatos como de costumbre, me había puesto unos deportivos oscuros un tanto más a la moda, no llevaba cinturón por lo que mis pantalones quedaban algo sueltos, no me había fajado la camisa y solo llevaba el chaleco del uniforme, así me veía un poco más casual; creo que mi mayor error había sido mi cabello, mire pensativo mi reflejo en la ventana, “Te ves increíble” había dicho mi madre en la mañana cuando baje las escaleras pero seguía sin convencerme a mí, estaba ya un poco largo, y no lo había peinado, simplemente lo había mojado y alborotado con mis manos.
Sin duda hoy yo no parecía ser yo.
Y claro que el resto de mi clase se había dado cuenta, todo mundo miraba, hablaba, me señalaban ¿en que había estado pensando cuando hice esto?
Mis dedos no dejaban de martillear sobre mi escritorio, tanto tiempo había pasado desapercibido como para arruinarlo así, lo peor es que aún no sabía si todo este cambio habría valido la pena, Chris aún no había llegado.
Siempre era de los primeros en llegar al salón, eso no era sorpresa, hoy había sido el primero en entrar a la escuela, y eso, me dije a mi mismo, era prueba suficiente de que ya me había vuelto loco.
Alborote mi cabello una vez más mientras suspiraba, de verdad que me sentía extraño, escuche al fondo del salón un par de voces suspirar y soltar grititos emocionadas, me contuve para no mirar de donde provenía el sonido, seguramente que aquel grupo de chicas se alterarían mas si las miraba, no podía sentirme más raro.
Aunque claro, todo el fin de semana me había sentido igual de extraño, confundido y bastante volátil, mi cabeza no era capaz de concentrarse en un solo pensamiento, o en uno coherente al menos, estos dos días había repasado cerca de mil veces aquella tarde con Chris y aun no lograba darle un sentido, o eso quería pensar. Mi cabeza estaba vuelta un tornado.
Estaba a punto de correr al baño para arreglarme como debía cuando la campana repiqueteo por todos los rincones, solté un largo suspiro y recosté mi cabeza sobre el escritorio, tendría que pasar toda la clase tal y como estaba.
Los pasos apresurados de todos los que entraban al salón se calmaban en cuanto me notaban, este no era un buen momento para tener una silla enfrente de la clase, levante mi rostro y puse el mejor gesto de indiferencia que pude, pero no era suficiente para acallar los murmullos.
-Andando jóvenes, no tenemos toda la mañana- el profesor de ciencias indicaba a todos desde la puerta que se dieran prisa y por su expresión supe que los próximos en hacer su aparición serian mi perdición.
Uno a uno el pequeño grupo de matones amigos de Chris entraron en el salón, mis manos estaban mojadas y el corazón se me acelero horrores solo porque sabía que el ultimo en cruzar la puerta seria él.
Ahí estaba.
Un segundo después de pisar el salón sus ojos se posaron en mí, no sabía que expresión esperaba de su parte debido a mi nuevo look pero estaba cien por ciento seguro que el ceño fruncido que me dedico antes de ir a sentarse al fondo del salón no era lo que esperaba.
-Que sorpresa señor Harrison, casi no lo distingo, se ve usted… diferente- la frase del profesor fue seguido por risillas de las chicas y pequeñas burlas de los chicos
Volví a apoyar mi cabeza sobre el escritorio, esto no podía ser peor.
~~~~~Chris~~~~~
¿En que había estado pensando? Realmente… ¡¿En que había estado pensando?!
-Vas a atravesarle la cabeza si sigues mirándolo así- susurro Ian con diversión girando un poco –debió haber pasado algo muy muy interesante el viernes-
Sabía que solo trataba de animarme o dispersar mis pensamientos pero por alguna razón solo hacía que me enfureciera más y más, suspire pesadamente, ese chiquillo sí que me iba a escuchar.
El timbre para dar fin a la primera clase sonó, el maestro aun no terminaba de tomar sus cosas cuando Toby salió volando del salón, todo se llenó de risillas y suspiros, yo no pude evitar golpear mi escritorio para luego salir de aquel lugar.
Fui hasta los baños, pensé que lo encontraría ahí, grite su nombre un par de veces sin recibir respuesta, después fui a la cafetería, a la biblioteca, incluso pase por la enfermería pero Toby no estaba en ningún lado, ahora comenzaba a preocuparme, la siguiente clase ya había comenzado pero no me tome la molestia de entrar, primero debía encontrar a ese chiquillo y hablar seriamente con él.
Recorrí cada rincón de la escuela, estaba a punto de caer en el pánico y la desesperación cuando lo encontré. Estaba en la azotea, el último lugar que se me ocurrió revisar, sentado recargándose en el barandal, con la cabeza agachada, ni siquiera se dio cuenta de mi presencia hasta que estuve frente a él.
Levanto la vista lentamente y cuando se dio cuenta de que era yo intento salir corriendo de nuevo, lo tome del brazo con fuerza impidiendo que se alejara, trato de zafarse un par de veces pero luego desistió, aun no me miraba a los ojos.
-suéltame- dijo en un susurro
-Toby…-
-¡Suéltame!- grito con fuerza a los cuatro vientos
-¡No! Tú y yo debemos hablar…-
-No quiero hablar contigo, así que suéltame de una vez…-
Lo empuje contra el barandal con fuerza y me sujete de este dejando a Toby atrapado entre el vacío y yo, a menos que se lanzara desde la azotea del edificio no tenía otra opción más que hablar conmigo.
-¿Qué demonios pasa contigo?- pregunte apretando los dientes, me hervía la sangre, no sabía por qué se estaba comportando así o porque me evitaba, no nos íbamos a mover hasta que obtuviera respuestas -¿Y bien?-
-No quiero hablar contigo…- su voz fue algo entre un sollozo y un reclamo
-No quieres hablar… bien, entonces hablare yo- no estaba seguro de lo estaba a punto de hacer, pero no tenía alguna otra idea, no era del tipo de chico de palabras dulces y lindas para que alguien bajara la guardia, todo lo contrario, tal vez este no fuera el mejor método, pero no conocía otro -¿en qué demonios estabas pensando? ¿Qué crees que haces vistiéndote de este modo?- cada ve agarraba con más fuerza el barandal, Toby seguía sin mirarme -¿crees que me gusta? Acaso piensas que me agrada que todo el mundo te mire y hable de ti, crees que tengo ganas de compartirte con el mundo- y mi voz se elevaba cada vez más y más -¿es que acaso no logras entenderlo? No quiero que nadie más te mire, no quiero que nadie más hable de ti, no quiero que nadie más te toque- mis nudillos estaban blancos, mi cuerpo completamente pegado al suyo, mi corazón se agitaba como loco, agache un poco la cabeza para susurrarle –No quiero que seas de nadie más, solo mío-
~~~~~Toby~~~~~
Sentía como si estuviera a punto de desmayarme, todo el cuerpo me temblaba y estaba helado, aun cuando mi corazón y respiración estaban a mil por hora sentía como si esto fueran a detenerse en cualquier momento. Aun sentía su cálido aliento sobre mi oído, su cuerpo ten cerca del mío, como un fuego que se propagaba en mi dirección.
No lograba entenderlo, quería preguntarle mil cosas pero no podía hablar, tenía un nudo enorme en la garganta. Lentamente levante el rostro hasta encontrarme con su mirada, en un primer vistazo me pareció fría y enfadada, pero más allá pude encontrar genuina preocupación, y algo más…
-Entonces… ¿Por qué…?- mi voz era apenas un susurro casi inaudible, aunque por nuestra cercanía el seguro lo escucharía -¿Por qué me miraste de aquel modo?-
-¿Qué?- Chris parecía desconcertado -¿te refieres a esta mañana?- asentí levemente y el suspiro profundamente –definitivamente no es lo que tú piensas…-
-Entonces que es- esta vez mi voz se elevó, tome con fuerza el frente de su camisa
-Ya te lo dije- estaba serio, el azul de sus ojos parecía más profundo –no quiero que nadie más te mire ni hable de ti, quiero que solo seas mío-
Y mientras pronunciaba aquellas palabras se acercaba más y más, nuestros labios se rozaron apenas un poco, una corriente eléctrica recorrió mi columna en aquel momento, mis ojos se cerraron lentamente y pronto sentí su cercanía, nuestros labios juntos en una pequeña y dulce danza, sus manos me rodearon por la cintura, yo estaba seguro de que rompería su camisa por la fuerza con la que me agarraba de ella, tuvimos que separarnos pues el aire ya nos hacía falta.
-espero que con eso te quede claro- sonrió de medio lado, sentí como algo se derretía dentro de mi
-¡Chris! ¡Chris estas aquí!- una voz gritaba su nombre cerca, supuse que desde las escaleras, intente alejarme un poco del pero solo intensifico su agarre en mi cintura
Ian apareció por las escaleras un segundo después y en cuanto nos miró de aquel modo una sonrisa se dibujó en sus labios, de oreja a oreja, Chris sonrió de igual manera al verlo, yo solo sentí como mi rostro se encendía igual que un semáforo.
-Demonios, juro que no quería interrumpirlos, enserio- y su voz resulto tan natural, como si ya nos hubiera encontrado de aquel modo cientos de veces antes, yo moría de vergüenza –pero… Chris, será mejor que vengas conmigo- y entonces su gesto cambio, por completo, la seriedad se dibujó en sus facciones y Chris puso mala cara, como si ya supiera de qué iba todo aquello
-tú y yo no hemos terminado- me susurro mientras se alejaba a donde su amigo se encontraba
-pero…-
-shhhh, vuelve al salón pronto- me dedico una sonrisa, una de esas que no había visto más que el viernes pasado, una que aceleraba mi corazón; de inmediato Ian se acercó a susurrarle algo, ambos se pusieron aun más serios, volvió a mirarme –quédate aquí, no bajes hasta que yo vuelva por ti ¿de acuerdo?- su voz sonó fría, calculadora, como si en su cabeza ya estuviera maquilando un plan o algo así, estaba a punto de reprocharle -¡¿De acuerdo?!- y en el fondo de todo aquello reconocí el verdadera sentimiento, preocupación.
Asentí rápidamente, el dio media vuelta y comenzó a bajar, Ian me miro sonriente, aunque no era verdadera me hizo sentir un poco menos preocupado, hizo un gesto de despedida y siguió a Chris escaleras abajo.
¿Qué estaba pasando? Estaba tentado a bajar y averiguarlo pero lo cierto era que aún no me atrevía a enfrentarme de frente a Chris, y si iba en contra de lo que me había dicho seguro me metía en problemas, no quería problemas con él, mucho menos ahora.
Me deje caer de nuevo hasta el suelo, levantando la vista al cielo, ya no podía ocultarlo, ya no podía evadirlo, Chris me gustaba, mucho, demasiado ¿le gustaría yo de igual manera? Me mordí el labio, aun sentía el fantasma del beso, los recuerdos de aquella tarde aun rondaban mis pensamientos. Solo el aceleraba mi corazón, cortaba mi respiración, me hacía temblar y sentirme tan vivo al mismo tiempo. Solo él.
-Vaya, vaya ¿miren quien está aquí?-
Aquella voz no me sonó conocida, me puse tenso y baje la vista hasta el chico que lentamente cerraba la puerta de las escaleras, una media sonrisa se extendía por su rostro, caminaba con paso lento en mi dirección. Al principio no tuve la menor idea de quien era él, no estaba en mi clase, o en alguno de los clubs de los que formaba parte, llevaba el mismo uniforme así que claro que asistía al colegio pero…
Y de pronto su imagen llego a mi como una revelación, lo mire de arriba abajo, su mano izquierda estaba vendada, eso solo confirmaba mis sospechas, era él, el chico al que Chris había golpeado una semana atrás.
-ya me reconoces- su sonrisa se hizo aun más grande, una herida en su labio se abrió de nuevo, una pequeña gota de sangre apareció y el la limpio con su manga despreocupado, seguía caminando en mi dirección
Me puse de pie en un salto pero él ya estaba lo suficientemente cerca, se lanzó sobre mí, derribándome, forcejeamos en el suelo pero yo no era precisamente atlético así que pronto me encontré con el sobre mí, sosteniendo mis muñecas sobre mi cabeza, el corazón se salía de mi pecho, tenía un nudo enorme en la garganta
-Chris no está para protegerte ahora- susurro
~~~~~Chris~~~~~
Tuve contenerme sobre manera para no lanzar el escritorio de Toby por la ventana, apreté los puños con fuerza a los costados, alguien iba a pagar por aquello, yo los iba a hacer pagar. Ian toco mi hombro levemente con gesto serio, seguro que el sabía lo que pensaba, el resto de los chicos estaban fuera del salón, cuidando que nadie más se acercara a ver aquella escena.
-No sabemos quién lo hizo- Ian hablaba con calma, supuse que lo hacía para tratar de tranquilizarme pero no estaba funcionando –cuando volvimos del auditorio ya estaba así-
Pase la mano sobre el escritorio de Toby, como si esperara que con eso aquellas palabras fueran borradas de la madera, alguien había tenido la osadía de pintar un mensaje sobre su escritorio, “Serás mío” resplandecía en letras negras. Ya sabía quién había hecho aquello.
-No sabemos si fue Leo- se apresuró a decir mi amigo, como si leyera mi mente
-claro que fue el ¿Quién más haría algo así?- me aleje del escritorio de Toby, lo primero que tenía que hacer era cambiarlo, no quería que él se enterara de todo aquello
-las chicas están bastante locas también- se encogió de hombros –y con ese cambio que se hizo, ya sabes, alguien pudo habérselo tomado con excesiva seriedad-
Gire para verlo, dedicándole una mirada de “no puedes hablar enserio” él se encogió de hombros y fue hasta mi lentamente
-¿Qué harás ahora?-
-lo matare, como debí haberlo hecho la semana pasada…-
-Chris…-
-¡Chris!- Andrew entro agitado al salón, su gesto hizo que me pusiera tenso –algo está pasando-
-¿Qué sucede?- pregunto Ian de inmediato
-no lo sé…- se tomó unos segundos para tomar aire –pero seguramente algo está ocurriendo, vi a los amigos de Leo cuidando las escaleras que llevan a la azotea…-
El resto fue historia, en cuanto escuche aquello salí corriendo de vuelta a donde había estado hacia unos minutos, tenía la leve sensación de que el resto de los chicos me seguía, que Ian me gritaba algo pero en aquel momento no era capaz de pensar en nada mas que no fuera Toby.
Tenía que salvarlo.
En cuanto llegue a las escaleras me encontré con un pequeña muralla, los amigos de Leo me bloqueaban el paso, ya no pude contenerme, ni pensaba hacerlo de igual modo, me lanza contra el primero que se me puso enfrente y ambos caímos al suelo, sentí como alguien más me golpeaba pero pronto Ian me lo quitó de encima, unos segundos después aquel espacio de escaleras se había vuelto un campo de batalla, mis amigos no dudaron en ayudarme, aun cuando no sabían el motivo verdadero motivo por el cual protegía a Toby, “Es el hijo de la mejor amiga de su madre” era lo que Ian decía en cuanto alguien preguntaba, en aquel momento ni yo sabía bien por que daba la cara por el
-¡Corre!- me grito Ian en cuanto golpeo al chico que tenía encima –nosotros nos encargamos- me empujo escaleras arriba antes de lanzarse sobre alguien mas
Alcance a ver el pequeño montón de gente que éramos, nosotros contra ellos, lanzando golpes a diestra y siniestra en todas direcciones, ya después tendría que pensar en una forma de agradecerles a mis amigos por todo aquello.
Subí las escaleras lo más rápido que pude y me lance de lleno contra la puerta en cuanto vi que esta estaba cerrada, tembló y se sacudió pero no cedió, me lance de nuevo, una y otra vez, un dolor punzante comenzó a extenderse desde mi hombro hacia todo mi brazo, no me importaba, lo único que quería era derribar aquella puerta para matar a Leo.
-¡Ayúdame!- aquel grito llego débil atreves de la puerta -¡Chris!- la voz de Toby era baja, apenas un susurro en el viento
Me lance una vez más contra la puerta, esta finalmente cedió, aterrice en el suelo en una nube de polvo, los gritos de Toby eran más fuertes ahora. Pude verlos más allá, forcejeando, Leo estaba sobre él, Toby no podía quitárselo de encima no importa cuanto lo intentara.
Después de eso todo fue muy rápido, yo lanzándome sobre Leo para quitárselo de encima a Toby, yo golpeando a un chico sin piedad, yo insultando y gritando cientos de advertencias que ya había hecho antes, yo mirando con desprecio el rostro sangrante de alguien, yo siendo apartado por Toby antes de que fuera más halla.
Pronto era arrastrado por Toby, bajábamos a toda velocidad por las escaleras de emergencia, el no soltaba mi mano a pesar de que no dejaba de temblar y no se detuvo ni un momento hasta que estuvimos considerablemente lejos de la escuela, fue entonces cuando me quede quieto, el intento jalarme, seguir corriendo pero apenas y podía mantenerse en pie. Lo tome entre mis brazos y lo acerque a mí.
Solo necesitaba saber que estaba bien, que nada le había pasado, que no había llegado tarde, que había podido protegerlo.
-Estoy bien- susurro, poco a poco dejo de temblar y se apartó un poco para mirarme a los ojos -¿y tú?-
Estaba seguro de que mi brazo estaba lastimado, seguramente tendría varios golpes por el rostro y el resto del cuerpo, sentía como si fuera a desvanecerme en cualquier momento, pero asentí, solo importaba que él estuviera bien, ya lidiaría con lo demás después.
Tornado
~~~~Chris~~~~~
-Hoy luces realmente animado-
-¿Enserio? No me había dado cuenta-
-Sí, claro, ¿eso significa que no me dirás a que se debe tanta alegría?-
-No sé de qué hablas madre, soy el mismo de siempre-
Mi madre se giró un poco para sonreírme, aunque en sus ojos estaba claramente escrito “Ya hare que me lo cuentes después”, aun no sabía si debía o no contarle todo este asunto a mi madre, primero tendría que aclarar todos los pensamientos locos en mi cabeza.
Detuvo el auto a una cuadra de la escuela, como siempre hacia, me deseo un buen día y me dio un beso en la mejilla, yo le correspondí, baje del auto y me despedí de ella con un gesto de la mano mientras se alejaba por la calle.
Ciertamente sí que estaba animado hoy, rebosante de anhelo y expectación, me tome unos minutos para serenarme un poco, las madres podían notar cualquier cambio de ánimo, por mínimo que fuera, pero el resto del mundo no lo notaria seguramente. Excepto una persona.
Comencé mi habitual camino hacia la escuela, varios de mis compañeros ya pasaban por la misma calle, las chicas, como solían hacer, se quedaban un par de metros detrás de mí y cuchicheaban entre ellas.
-¡Hey Chris! ¿Qué tal el fin de semana?- la animada voz de Ian llego acompañada de su brazo alrededor de mis hombros, era así como siempre solía saludarme –Vaya, luces muy animado para un lunes-
-Tú siempre luces animado los lunes y no te hago preguntas sobre eso- respondo con una sonrisa a mi amigo
-Tienes razón, entonces no preguntare- guiño el ojo en mi dirección
Ian era mi mejor amigo en la escuela, aun cuando nos juntábamos con más chicos y todos nos llevábamos bien él era el único al que le contaba cosas importantes o pedía su ayuda. La sabia de la visita que había recibido el viernes, y aunque lo disimulaba bien estaba seguro de que moría de ganas por saber lo que había pasado.
Llegamos a la entrada del colegio, el resto de nuestro pequeño grupo ya estaba en la puerta, como siempre, solíamos quedarnos ahí hasta que sonaba la campana, eso reforzaba la imagen de chicos malos. La plática sobre el fin de semana comenzó de inmediato, la comida familiar de Ian, la tarde de fiesta de Andrew, el auto descompuesto de Jerry, no estaba muy atento a los detalles, no era que no me importara lo que los chicos habían hecho pero estaba más concentrado en otra tarea.
Sentía los nervios a flor de piel, mientras más y más personas cruzaban la puerta, pero ninguna de ellas era quien yo quería, mire mi reloj disimuladamente en repetidas ocasiones para comprobar la hora, él no solía ser de los que llegaban tarde.
Un mal pensamiento cruzo mi cabeza fugazmente, metí mi celular en el bolsillo justo al momento en que sonó la campana, todos nos apresuramos a entrar y yo no pude evitar dar un último vistazo atrás. Nada.
-sea lo que sea que haya pasado…- susurro Ian cerca de mí –tendrás que contármelo con detalle después-
~~~~~Toby~~~~~
Había sido una pésima idea, una horrible idea, la peor idea que había tenido en toda mi vida. Podía sentir las miradas de todo sobre mí, los cuchicheos, las risitas; repasaba una y otra vez la misma línea de aquel libro pero no lograba comprenderla, no podía concentrarme, podía sentir como si una tormenta se desatara poco a poco a mí alrededor.
Una terrible idea ¿Cómo rayos había pensado en esto? Me recorrí una vez más con la mirada, hoy no llevaba zapatos como de costumbre, me había puesto unos deportivos oscuros un tanto más a la moda, no llevaba cinturón por lo que mis pantalones quedaban algo sueltos, no me había fajado la camisa y solo llevaba el chaleco del uniforme, así me veía un poco más casual; creo que mi mayor error había sido mi cabello, mire pensativo mi reflejo en la ventana, “Te ves increíble” había dicho mi madre en la mañana cuando baje las escaleras pero seguía sin convencerme a mí, estaba ya un poco largo, y no lo había peinado, simplemente lo había mojado y alborotado con mis manos.
Sin duda hoy yo no parecía ser yo.
Y claro que el resto de mi clase se había dado cuenta, todo mundo miraba, hablaba, me señalaban ¿en que había estado pensando cuando hice esto?
Mis dedos no dejaban de martillear sobre mi escritorio, tanto tiempo había pasado desapercibido como para arruinarlo así, lo peor es que aún no sabía si todo este cambio habría valido la pena, Chris aún no había llegado.
Siempre era de los primeros en llegar al salón, eso no era sorpresa, hoy había sido el primero en entrar a la escuela, y eso, me dije a mi mismo, era prueba suficiente de que ya me había vuelto loco.
Alborote mi cabello una vez más mientras suspiraba, de verdad que me sentía extraño, escuche al fondo del salón un par de voces suspirar y soltar grititos emocionadas, me contuve para no mirar de donde provenía el sonido, seguramente que aquel grupo de chicas se alterarían mas si las miraba, no podía sentirme más raro.
Aunque claro, todo el fin de semana me había sentido igual de extraño, confundido y bastante volátil, mi cabeza no era capaz de concentrarse en un solo pensamiento, o en uno coherente al menos, estos dos días había repasado cerca de mil veces aquella tarde con Chris y aun no lograba darle un sentido, o eso quería pensar. Mi cabeza estaba vuelta un tornado.
Estaba a punto de correr al baño para arreglarme como debía cuando la campana repiqueteo por todos los rincones, solté un largo suspiro y recosté mi cabeza sobre el escritorio, tendría que pasar toda la clase tal y como estaba.
Los pasos apresurados de todos los que entraban al salón se calmaban en cuanto me notaban, este no era un buen momento para tener una silla enfrente de la clase, levante mi rostro y puse el mejor gesto de indiferencia que pude, pero no era suficiente para acallar los murmullos.
-Andando jóvenes, no tenemos toda la mañana- el profesor de ciencias indicaba a todos desde la puerta que se dieran prisa y por su expresión supe que los próximos en hacer su aparición serian mi perdición.
Uno a uno el pequeño grupo de matones amigos de Chris entraron en el salón, mis manos estaban mojadas y el corazón se me acelero horrores solo porque sabía que el ultimo en cruzar la puerta seria él.
Ahí estaba.
Un segundo después de pisar el salón sus ojos se posaron en mí, no sabía que expresión esperaba de su parte debido a mi nuevo look pero estaba cien por ciento seguro que el ceño fruncido que me dedico antes de ir a sentarse al fondo del salón no era lo que esperaba.
-Que sorpresa señor Harrison, casi no lo distingo, se ve usted… diferente- la frase del profesor fue seguido por risillas de las chicas y pequeñas burlas de los chicos
Volví a apoyar mi cabeza sobre el escritorio, esto no podía ser peor.
~~~~~Chris~~~~~
¿En que había estado pensando? Realmente… ¡¿En que había estado pensando?!
-Vas a atravesarle la cabeza si sigues mirándolo así- susurro Ian con diversión girando un poco –debió haber pasado algo muy muy interesante el viernes-
Sabía que solo trataba de animarme o dispersar mis pensamientos pero por alguna razón solo hacía que me enfureciera más y más, suspire pesadamente, ese chiquillo sí que me iba a escuchar.
El timbre para dar fin a la primera clase sonó, el maestro aun no terminaba de tomar sus cosas cuando Toby salió volando del salón, todo se llenó de risillas y suspiros, yo no pude evitar golpear mi escritorio para luego salir de aquel lugar.
Fui hasta los baños, pensé que lo encontraría ahí, grite su nombre un par de veces sin recibir respuesta, después fui a la cafetería, a la biblioteca, incluso pase por la enfermería pero Toby no estaba en ningún lado, ahora comenzaba a preocuparme, la siguiente clase ya había comenzado pero no me tome la molestia de entrar, primero debía encontrar a ese chiquillo y hablar seriamente con él.
Recorrí cada rincón de la escuela, estaba a punto de caer en el pánico y la desesperación cuando lo encontré. Estaba en la azotea, el último lugar que se me ocurrió revisar, sentado recargándose en el barandal, con la cabeza agachada, ni siquiera se dio cuenta de mi presencia hasta que estuve frente a él.
Levanto la vista lentamente y cuando se dio cuenta de que era yo intento salir corriendo de nuevo, lo tome del brazo con fuerza impidiendo que se alejara, trato de zafarse un par de veces pero luego desistió, aun no me miraba a los ojos.
-suéltame- dijo en un susurro
-Toby…-
-¡Suéltame!- grito con fuerza a los cuatro vientos
-¡No! Tú y yo debemos hablar…-
-No quiero hablar contigo, así que suéltame de una vez…-
Lo empuje contra el barandal con fuerza y me sujete de este dejando a Toby atrapado entre el vacío y yo, a menos que se lanzara desde la azotea del edificio no tenía otra opción más que hablar conmigo.
-¿Qué demonios pasa contigo?- pregunte apretando los dientes, me hervía la sangre, no sabía por qué se estaba comportando así o porque me evitaba, no nos íbamos a mover hasta que obtuviera respuestas -¿Y bien?-
-No quiero hablar contigo…- su voz fue algo entre un sollozo y un reclamo
-No quieres hablar… bien, entonces hablare yo- no estaba seguro de lo estaba a punto de hacer, pero no tenía alguna otra idea, no era del tipo de chico de palabras dulces y lindas para que alguien bajara la guardia, todo lo contrario, tal vez este no fuera el mejor método, pero no conocía otro -¿en qué demonios estabas pensando? ¿Qué crees que haces vistiéndote de este modo?- cada ve agarraba con más fuerza el barandal, Toby seguía sin mirarme -¿crees que me gusta? Acaso piensas que me agrada que todo el mundo te mire y hable de ti, crees que tengo ganas de compartirte con el mundo- y mi voz se elevaba cada vez más y más -¿es que acaso no logras entenderlo? No quiero que nadie más te mire, no quiero que nadie más hable de ti, no quiero que nadie más te toque- mis nudillos estaban blancos, mi cuerpo completamente pegado al suyo, mi corazón se agitaba como loco, agache un poco la cabeza para susurrarle –No quiero que seas de nadie más, solo mío-
~~~~~Toby~~~~~
Sentía como si estuviera a punto de desmayarme, todo el cuerpo me temblaba y estaba helado, aun cuando mi corazón y respiración estaban a mil por hora sentía como si esto fueran a detenerse en cualquier momento. Aun sentía su cálido aliento sobre mi oído, su cuerpo ten cerca del mío, como un fuego que se propagaba en mi dirección.
No lograba entenderlo, quería preguntarle mil cosas pero no podía hablar, tenía un nudo enorme en la garganta. Lentamente levante el rostro hasta encontrarme con su mirada, en un primer vistazo me pareció fría y enfadada, pero más allá pude encontrar genuina preocupación, y algo más…
-Entonces… ¿Por qué…?- mi voz era apenas un susurro casi inaudible, aunque por nuestra cercanía el seguro lo escucharía -¿Por qué me miraste de aquel modo?-
-¿Qué?- Chris parecía desconcertado -¿te refieres a esta mañana?- asentí levemente y el suspiro profundamente –definitivamente no es lo que tú piensas…-
-Entonces que es- esta vez mi voz se elevó, tome con fuerza el frente de su camisa
-Ya te lo dije- estaba serio, el azul de sus ojos parecía más profundo –no quiero que nadie más te mire ni hable de ti, quiero que solo seas mío-
Y mientras pronunciaba aquellas palabras se acercaba más y más, nuestros labios se rozaron apenas un poco, una corriente eléctrica recorrió mi columna en aquel momento, mis ojos se cerraron lentamente y pronto sentí su cercanía, nuestros labios juntos en una pequeña y dulce danza, sus manos me rodearon por la cintura, yo estaba seguro de que rompería su camisa por la fuerza con la que me agarraba de ella, tuvimos que separarnos pues el aire ya nos hacía falta.
-espero que con eso te quede claro- sonrió de medio lado, sentí como algo se derretía dentro de mi
-¡Chris! ¡Chris estas aquí!- una voz gritaba su nombre cerca, supuse que desde las escaleras, intente alejarme un poco del pero solo intensifico su agarre en mi cintura
Ian apareció por las escaleras un segundo después y en cuanto nos miró de aquel modo una sonrisa se dibujó en sus labios, de oreja a oreja, Chris sonrió de igual manera al verlo, yo solo sentí como mi rostro se encendía igual que un semáforo.
-Demonios, juro que no quería interrumpirlos, enserio- y su voz resulto tan natural, como si ya nos hubiera encontrado de aquel modo cientos de veces antes, yo moría de vergüenza –pero… Chris, será mejor que vengas conmigo- y entonces su gesto cambio, por completo, la seriedad se dibujó en sus facciones y Chris puso mala cara, como si ya supiera de qué iba todo aquello
-tú y yo no hemos terminado- me susurro mientras se alejaba a donde su amigo se encontraba
-pero…-
-shhhh, vuelve al salón pronto- me dedico una sonrisa, una de esas que no había visto más que el viernes pasado, una que aceleraba mi corazón; de inmediato Ian se acercó a susurrarle algo, ambos se pusieron aun más serios, volvió a mirarme –quédate aquí, no bajes hasta que yo vuelva por ti ¿de acuerdo?- su voz sonó fría, calculadora, como si en su cabeza ya estuviera maquilando un plan o algo así, estaba a punto de reprocharle -¡¿De acuerdo?!- y en el fondo de todo aquello reconocí el verdadera sentimiento, preocupación.
Asentí rápidamente, el dio media vuelta y comenzó a bajar, Ian me miro sonriente, aunque no era verdadera me hizo sentir un poco menos preocupado, hizo un gesto de despedida y siguió a Chris escaleras abajo.
¿Qué estaba pasando? Estaba tentado a bajar y averiguarlo pero lo cierto era que aún no me atrevía a enfrentarme de frente a Chris, y si iba en contra de lo que me había dicho seguro me metía en problemas, no quería problemas con él, mucho menos ahora.
Me deje caer de nuevo hasta el suelo, levantando la vista al cielo, ya no podía ocultarlo, ya no podía evadirlo, Chris me gustaba, mucho, demasiado ¿le gustaría yo de igual manera? Me mordí el labio, aun sentía el fantasma del beso, los recuerdos de aquella tarde aun rondaban mis pensamientos. Solo el aceleraba mi corazón, cortaba mi respiración, me hacía temblar y sentirme tan vivo al mismo tiempo. Solo él.
-Vaya, vaya ¿miren quien está aquí?-
Aquella voz no me sonó conocida, me puse tenso y baje la vista hasta el chico que lentamente cerraba la puerta de las escaleras, una media sonrisa se extendía por su rostro, caminaba con paso lento en mi dirección. Al principio no tuve la menor idea de quien era él, no estaba en mi clase, o en alguno de los clubs de los que formaba parte, llevaba el mismo uniforme así que claro que asistía al colegio pero…
Y de pronto su imagen llego a mi como una revelación, lo mire de arriba abajo, su mano izquierda estaba vendada, eso solo confirmaba mis sospechas, era él, el chico al que Chris había golpeado una semana atrás.
-ya me reconoces- su sonrisa se hizo aun más grande, una herida en su labio se abrió de nuevo, una pequeña gota de sangre apareció y el la limpio con su manga despreocupado, seguía caminando en mi dirección
Me puse de pie en un salto pero él ya estaba lo suficientemente cerca, se lanzó sobre mí, derribándome, forcejeamos en el suelo pero yo no era precisamente atlético así que pronto me encontré con el sobre mí, sosteniendo mis muñecas sobre mi cabeza, el corazón se salía de mi pecho, tenía un nudo enorme en la garganta
-Chris no está para protegerte ahora- susurro
~~~~~Chris~~~~~
Tuve contenerme sobre manera para no lanzar el escritorio de Toby por la ventana, apreté los puños con fuerza a los costados, alguien iba a pagar por aquello, yo los iba a hacer pagar. Ian toco mi hombro levemente con gesto serio, seguro que el sabía lo que pensaba, el resto de los chicos estaban fuera del salón, cuidando que nadie más se acercara a ver aquella escena.
-No sabemos quién lo hizo- Ian hablaba con calma, supuse que lo hacía para tratar de tranquilizarme pero no estaba funcionando –cuando volvimos del auditorio ya estaba así-
Pase la mano sobre el escritorio de Toby, como si esperara que con eso aquellas palabras fueran borradas de la madera, alguien había tenido la osadía de pintar un mensaje sobre su escritorio, “Serás mío” resplandecía en letras negras. Ya sabía quién había hecho aquello.
-No sabemos si fue Leo- se apresuró a decir mi amigo, como si leyera mi mente
-claro que fue el ¿Quién más haría algo así?- me aleje del escritorio de Toby, lo primero que tenía que hacer era cambiarlo, no quería que él se enterara de todo aquello
-las chicas están bastante locas también- se encogió de hombros –y con ese cambio que se hizo, ya sabes, alguien pudo habérselo tomado con excesiva seriedad-
Gire para verlo, dedicándole una mirada de “no puedes hablar enserio” él se encogió de hombros y fue hasta mi lentamente
-¿Qué harás ahora?-
-lo matare, como debí haberlo hecho la semana pasada…-
-Chris…-
-¡Chris!- Andrew entro agitado al salón, su gesto hizo que me pusiera tenso –algo está pasando-
-¿Qué sucede?- pregunto Ian de inmediato
-no lo sé…- se tomó unos segundos para tomar aire –pero seguramente algo está ocurriendo, vi a los amigos de Leo cuidando las escaleras que llevan a la azotea…-
El resto fue historia, en cuanto escuche aquello salí corriendo de vuelta a donde había estado hacia unos minutos, tenía la leve sensación de que el resto de los chicos me seguía, que Ian me gritaba algo pero en aquel momento no era capaz de pensar en nada mas que no fuera Toby.
Tenía que salvarlo.
En cuanto llegue a las escaleras me encontré con un pequeña muralla, los amigos de Leo me bloqueaban el paso, ya no pude contenerme, ni pensaba hacerlo de igual modo, me lanza contra el primero que se me puso enfrente y ambos caímos al suelo, sentí como alguien más me golpeaba pero pronto Ian me lo quitó de encima, unos segundos después aquel espacio de escaleras se había vuelto un campo de batalla, mis amigos no dudaron en ayudarme, aun cuando no sabían el motivo verdadero motivo por el cual protegía a Toby, “Es el hijo de la mejor amiga de su madre” era lo que Ian decía en cuanto alguien preguntaba, en aquel momento ni yo sabía bien por que daba la cara por el
-¡Corre!- me grito Ian en cuanto golpeo al chico que tenía encima –nosotros nos encargamos- me empujo escaleras arriba antes de lanzarse sobre alguien mas
Alcance a ver el pequeño montón de gente que éramos, nosotros contra ellos, lanzando golpes a diestra y siniestra en todas direcciones, ya después tendría que pensar en una forma de agradecerles a mis amigos por todo aquello.
Subí las escaleras lo más rápido que pude y me lance de lleno contra la puerta en cuanto vi que esta estaba cerrada, tembló y se sacudió pero no cedió, me lance de nuevo, una y otra vez, un dolor punzante comenzó a extenderse desde mi hombro hacia todo mi brazo, no me importaba, lo único que quería era derribar aquella puerta para matar a Leo.
-¡Ayúdame!- aquel grito llego débil atreves de la puerta -¡Chris!- la voz de Toby era baja, apenas un susurro en el viento
Me lance una vez más contra la puerta, esta finalmente cedió, aterrice en el suelo en una nube de polvo, los gritos de Toby eran más fuertes ahora. Pude verlos más allá, forcejeando, Leo estaba sobre él, Toby no podía quitárselo de encima no importa cuanto lo intentara.
Después de eso todo fue muy rápido, yo lanzándome sobre Leo para quitárselo de encima a Toby, yo golpeando a un chico sin piedad, yo insultando y gritando cientos de advertencias que ya había hecho antes, yo mirando con desprecio el rostro sangrante de alguien, yo siendo apartado por Toby antes de que fuera más halla.
Pronto era arrastrado por Toby, bajábamos a toda velocidad por las escaleras de emergencia, el no soltaba mi mano a pesar de que no dejaba de temblar y no se detuvo ni un momento hasta que estuvimos considerablemente lejos de la escuela, fue entonces cuando me quede quieto, el intento jalarme, seguir corriendo pero apenas y podía mantenerse en pie. Lo tome entre mis brazos y lo acerque a mí.
Solo necesitaba saber que estaba bien, que nada le había pasado, que no había llegado tarde, que había podido protegerlo.
-Estoy bien- susurro, poco a poco dejo de temblar y se apartó un poco para mirarme a los ojos -¿y tú?-
Estaba seguro de que mi brazo estaba lastimado, seguramente tendría varios golpes por el rostro y el resto del cuerpo, sentía como si fuera a desvanecerme en cualquier momento, pero asentí, solo importaba que él estuviera bien, ya lidiaría con lo demás después.
Ayer iba a comentar :s pero no se por quemi celular no me dejaba :c (Escribi como tres veces y no me dejba pero en fin xD)
ResponderEliminar*O* HERMOSO <3,... Sin palabras, en serio necesito la tercera parte AHORA, en serio :c espero lo subas YA... jijij
>u< y yo pense que ya no me iba a comentar nada xD asdfghj para el proximo fin de semana tal vez :3 asdfghjk!!!!
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